DELIA RENGIFO
( VENEZUELA )
La escritora venezolana Delia Rengifo dejó de existir el pasado lunes 21 de febrero en Caracas, informaron fuentes de su familia. Poeta, ensayista y crítica de arte, Rengifo era abogada de profesión y fue cercana amiga de la Tierra de Letras.
Nacida en Uverito, Anzoátegui, el 19 de marzo de 1950, Rengifo creció en San Juan de los Morros, Guárico, en cuyo liceo Juan Germán Roscio estudió la secundaria. Fue abogada egresada de la Universidad Central de Venezuela (UCV), y alternó su profesión con la literatura. Fundó la revista Ensayos y el periódico Brújula, participó en la fundación de la Asociación Venezolana de Derecho Médico y fue asesora de asuntos históricos de la Fundación Cultural Mariano Martí.Destacó también su trabajo en el cine y la publicidad al lado de su amigo el cineasta italiano Franco Rubartelli, para cuya productora cinematográfica desarrolló trabajos de edición de guiones para documentales, largometrajes de ficción y comerciales.
Publicó los poemarios Retratos (2000), Piel de siglo (2002) y Perla salina de barro y azul (Fundación Cultural del Banco Industrial de Venezuela, 2003), y en 2001 obtuvo el tercer lugar en el Concurso “Tópicos Jurídicos y el Funcionario Judicial”, mención Poesía, auspiciado por la Dirección de la Magistratura del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela.Entre 2004 y 2005 mantuvo la columna “Análisis de arte pictórico” para la revista Fundación Banco Industrial de Venezuela. Bajo el auspicio de Citgo Petroleum Corporation inició el desarrollo de su proyecto Venezuela, una tierra bajo el sol, que comprendería cinco libros. Igualmente, en 2005 recibió el apoyo de Laboratorios Roemmers y la Sociedad Venezolana de Pediatría para el proyecto editorial del libro de lujo Arte y sonrisas de Venezuela para el mundo.
En 2008 tuvo una destacada participación en el VI Encuentro Mundial de Poetas y XII Nacional de Poetas “Leoncio Bueno”, en el Puerto del Callao, en Perú. En esa oportunidad fue designada presidenta para Venezuela de la Casa del Poeta Peruano. En 2009 publicó el poemario para niños Cantares de Delita, que ilustrado por Raúl Díaz lo dedicó a los niños de Bambamarca de Perú, para acercarlos a las costumbres y los paisajes venezolanos.En 2008 obtuvo el I Premio Internacional de Poesía Eivissa con el poema “El abrazo de la despedida”, y al año siguiente, por su poemario Las manos del tiempo, se alzó con el Premio Crónica Latina 2009 de España, que le fue entregado en el III Encuentro Internacional de Literatura “Ibiza Puerto Mediterráneo del Libro” el 19 de marzo de 2010 —como informamos en nuestra edición 229—, ocasión en que la autora presentó igualmente Cantares de Delita.
“La escritora siempre estuvo en mí, todo el tiempo, desde niña”, dijo al Diario de Ibiza en aquella oportunidad. “Escribía y guardaba porque no tenía tiempo para la organización que necesita publicar. Pero llegó un momento en que dije ‘hasta aquí’ y empecé a dedicarme exclusivamente a la poesía, a los guiones, los documentales”.
En el prólogo a Las manos del tiempo, el escritor argentino Ernesto Kahan dice de la autora: “Rengifo es muy versátil en la estructura formal de los poemas; los hay muy cortos, como ya dije con ‘aire oriental’, que tienen una fuerza extraordinaria, como una sacudida terminal, y otros que especulan con un neomodernismo agudo. Los temas que aborda son variados y sugieren que responden a su experiencia de vida”.
Foto e Biografía: https://letralia.com/248/0221rengifo.htm
TEXTOS EN ESPAÑOL – TEXTOS EM PORTUGUÊS
BENDITO SEA TU CUERPO. Resumen del 1er Concurso Mundial de Poesia Erótica – Perú, 2007. Compilador: José Guillermo Vargas. Lima, Peru: Ediciones Ventana Andina, 2008. 358 p. 15 x 21 cm. No. 10 735 Ex. biblioteca de Antonio Miranda
EN ALGUN LUGAR
En algún lugar
de un sitio cualquiera,
lejos del bullicio
de la jungla citadina,
sin vistas al mar,
ni a la montaña que
acuna a la ciudad.
Sin lujos
y sin sábanas de seda;
tampoco había promesas
ni mentiras, ni brindis con champaña,
ni joyas sorpresivas,
muchos menos rosas rojas.
Ni siquiera había ventanas
para que el aire
descubriera el pudor.
Sólos tú y yo
escuchando música azul
que llegaba desde lejos
evadiendo soledades
y nostalgias color sepia.
Unas pocas palabras
que se volvieron
innecesarias
y unos silencios expresivos
que la penumbra
discretamente guardó.
El corazón tejió una duda
y mil deseos en la piel,
cubriste de ternura
la sencillez de aquella estancia,
y, entonces, ocurrió el milagro.
Aquel lugar insólito y desconocido
se transformó, de súbito,
en un palacio del amor y entonces,
dije adiós a la duda y me abandoné en ti.
Fabricaste besos
que fueron anudándose
a las horas vespertinas,
y cuatro manos necesitadas
de piel y del milagro de sentir
descifraron un acertijo.
En un lugar escondido
nos desbordamos
como rio de invierno
fabricando lechos
para nuevos arroyuelos.
Fuimos, sólo,
dos débiles criaturas
jugando a descubrir
letras para un anagrama
y a pincelar colores
para una urdimbre
hecha de humanidad.
En la humildad
de aquella estancia
descubrí que tu esencia
venía del fondo de mar,
y que los dioses del amor
desbordaron tu existencia,
inundando las horas.
Agradecí al Dios de todos.
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de ANTONIO MIRANDA
EM ALGUM LUGAR
Em algum lugar
de um povoado,
longe da agitação
a selva citadina,
sem vistas para o mar,
ne, à montanha que
acolhe a cidade.
Sem luxos
e sem lençóis de seda;
tampouco havia promessas
nem mentiras, nem brindes com champanhe,
nem joias surpreendentes,
muito menos rosas vermelhas.
Nem sequer havia janelas
para que o ar
descobrisse o pudor.
Sozinhos tu e eu
escutando música azul
que vinha de longe
evadindo solidão
e nostalgias cor sépia.
Umas poucas palavras
que se tornaram inecessárias
e um silêncio expressivos
que a penumbra
discretamente guardou.
O coração teceu uma dúvida
e mil desejos na pele,
cobriste de ternura
a simplicidade daquela estadia,
e, então, aconteceu o milagre.
Aquele lugar insólito e desconhecido
se transformou, de repente,
em um palácio do amor e então,
disse adeus à dúvida e me abandonei em ti.
Fabricaste beijos
que foram ajustando-se
às horas vespertinas,
e quatro mãos necessitadas
de pele e do milagre de sentir
decifraram um enigma.
Em um lugar escondido
nos transbordamos
como rio de inverno
fabricando leitos
para novos fluxos.
Éramos, apenas,
dias débeis criaturas
jogando para descobrir
letras para um anagrama
e a pincelar cores
para uma urdidura
feita de humanidade.
Na humildade
daquela estância
descobri que tua essência
vinha do fundo do mar,
e que os deuses do amor
transbordaram tua existência,
inundando as horas.
Agradeci ao Deus de todos.
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